Nota publicada por el Periódico de Opinión “El Urbano” de Santa Fe y Tercer Mundo web-A partir de la misma, reportajes en Cablevideo, Canal SI y radios varias.
JÓVENES, OTRO VIENTO MEJOR de Oscar Belbey
IMPOSIBLE (Callejeros)
Poder jugar a otro juego, es lo que imagino,
Donde la gente de mierda esté muerta y los buenos, vivos.
Pienso que sea este lugar, pero convertido,
Que el aborto sea legal, y que no sea un pecado mortal.
Que no se quede mi pueblo, dormido,
Ya no me cambien mas, ni jueguen conmigo.
Por fin el gobierno va a ser de una mujer,
Ni va a haber juicios por fumar ni comer,
Ni va a haber jueces “cumpliendo la ley”,
Todos nuestros hijos van a poder comer,
Y en nuestras almas va a dejar de llover.
Gardel va a cantar con los Beatles en la Plaza del Barrio,
Bob Marley va a rugir el cemento con los Rolling Stones,
El éxito será eterno, será eterna la flor, el ser humano, .. y la verdad,
..aaah, aaaah, .. aaahhh, aaaahaaa, ...
Estribillo
Al fin va a decir la verdad el que escribe los diarios,
Al fin van a dejar de rezarle a la televisión.
Jóvenes: Otro viento mejor
Un joven de los ’70, no es uno de los ’90, ni uno del siglo XXI. Se podrían comparar actitudes personales o colectivas. Revolucionarias, reformistas, conservadoras. Audaces, temerarias, temerosas. Despojadas, sensatas, libertinas. Lo que no puede compararse es el escenario que ha rodeado los distintos procesos. La proscripción del peronismo ayer, la profundización del neoconservadurismo, hoy. El contexto que fue llevando a los adolescentes y jóvenes de esas épocas, a soñar utopías, hacerse ilusiones, a jugarse la vida, a ser en su gran mayoría activos protagonistas de la vida política argentina. La falta de modelos, de identidad, de futuro incierto, en nuestros días.
Los setentistas podemos añorar esos años, de protagonismos y fracasos, lo que no podemos es trasmitir a los jóvenes del Siglo XXI, que todo iría mejor si hoy ellos fueran “la juventud maravillosa traicionada” , el “tercer movimiento histórico traicionado”, o “los hijos del salariazo traicionado”.
Esta juventud siglo XXI intenta trabajar, estudiar, algunos se organizan y luchan por sus derechos. Han crecido en la desconfianza y el individualismo, en la farsa del pensamiento único, del verticalismo y en “la muerte de las ideologías”.
Acepto que algunos de los viejos luchadores setentistas priorizaron engordar sus cuentas bancarias a partir del Estado, pero los ideales siguen vigentes en otros que no nos escudamos en símbologías perimidas, que solo esconden la ambición por el poder.
Desde el poder se siguen prometiendo ficciones que nunca concretarán, siguen hablando los mismos poderes económicos con distintos rostros.
Pero muchos jóvenes siguen resistiendo. Siguen formando su pensamiento crítico, su deseo y su accionar en pos de cambiar muchas de las realidades que los agobian. A pesar de que la mayoría de las conservadoras instituciones, generadoras del disciplinamiento social de los poderosos, los prefieran subordinados, escépticos, inmovilizados, carentes de solidaridad, en definitiva, resignados.
Es imprescindible saber que deben participar y protagonizar, para intentar cambiar. Saber que las políticas asistencialistas, dependientes del poder de turno, no les darán la libertad y la dignidad que da un trabajo y una cultura donde el esfuerzo y la capacitación le pueden generar una mejor calidad de vida.
Es imprescindible saber que deben participar y protagonizar, para intentar cambiar.
Las nuevas generaciones de jóvenes, pueden estudiar, capacitarse, ser excluidos del sistema, pero una sociedad mas justa requiere un compromiso para enfrentar las nuevas condiciones que les ofrece este capitalismo salvaje.
una sociedad mas justa requiere un compromiso para enfrentar las nuevas condiciones que les ofrece este capitalismo salvaje
Allí están con sus ídolos, como Callejeros, notables canciones de resistencia con un espectacular rock and roll, que descubrí por mi hijo adolescente. Con Bersuit Vergarabat, con el Indio Solari o León Gieco, por citar algunos de quienes con sus letras y música siguen aportando a resistir. Leyendo a Galeano, Lopez Echagüe, Gelman o Bayer, tanto como Savater o Benedetti.
Estarán quienes le creyeron a los militares, a los ideólogos del neoliberalismo, a Fukuyama y Rifkin, al genocida Bush, a Cavallo, a Menem, a Reutemann o a Kirchner. Quienes seguirán influenciados por los “multimedios”y los variados mercaderes cooptados por el autista gobierno provincial, o quizás subyugados por lo que dice Grondona, Infobae, Radio 10 o TN Internacional. Todos teñidos por el color de sus poderosos anunciantes.
Muchos jóvenes periodistas están dando ejemplos de dignidad. Por eso ante tanta des-información e hipocresía, debemos saber leer, escuchar, ver entre líneas, donde se esconde la realidad.
La verdad y la honestidad, se miden en el testimonio y la acción diaria de cada uno de ellos, y de nosotros.
Los jóvenes que harán un mejor país estarán allí donde esté la democratización del conocimiento, donde la organización del trabajo sea favorable a los trabajadores, donde la pelea sea por una equitativa distribución de la riqueza.
Donde la honestidad y el compromiso, no sean palabras sino la realidad de una gestión pública, pero también parte activa de sus actos privados. Donde la economía esté al servicio de mejorar la calidad de vida y no un medio para la concentración de la riqueza, donde la deuda social sea mas prioritaria que el pago de la deuda externa, donde la lucha sea por el financiamiento de una educación laica, salud pública y gratuita para todos. Donde la discriminación por el diferente no exista, donde la exclusión y el hambre sea un mal recuerdo.
Si lo estoy escuchando al Callejero Pato Fontanet, vociferando ... “buscaremos Otro Viento Mejor, de los que siempre gritaron y nadie escuchó, un viento que nos devuelva la voz”.
Oscar Belbey
Presidente
Biblioteca Popular Latinoamericana
jueves, 2 de octubre de 2008
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